Capítulo 2 - El Género
En el capítulo anterior dibujamos el plano general
de la Morfosintaxis. A partir de aquel y en todos los demás, iremos detallando
ese plano dentro del orden estructural de las partes, de tal manera, que al
llegar al último capítulo de Morfosintaxis II, tengamos un proyecto bien
elaborado de esta asignatura. Es nuestro deseo dejar el tesón y la constancia
en todo lo referente a las materias que vamos desarrollando, de forma que
tengas dentro de una profundidad didáctica, la formación e información de los
asuntos tratados aquí.
En la Morfología Flexiva, los morfemas, son dependientes,
expresan relaciones gramaticales y constituyen la parte variable de la
palabra, sin alterar el significado referencial básico de la misma. Su
aparición no es opcional, sino que está sujeta a restricciones. Estos morfemas
expresan relaciones o accidentes gramaticales como: cuando son verbos, un
modo gramatical adecuado estableciendo la concordancia en número y persona con
el sujeto gramatical, y manifestando las nociones de modo, tiempo y aspecto que
corresponden al evento; cuando son sustantivos o adjetivos, un género y
número pertinentes.
Por ejemplo, si tenemos el lexema "león" y lo queremos transformar en femenino, haremos uso de un morfema
flexivo, en este caso “-a”, para formar “leona”. Si lo queremos presentar en
plural, necesitaremos el morfema flexivo “-s” y crearemos “leonas”. Si queremos
hacer plural la forma masculina, necesitaremos otros dos morfemas flexivos:
“-e” y “-s”, y formaremos “leones”.
El Género surge de la necesidad universal de distinguir
entre aspectos de una misma categoría. Por ejemplo, si nos referimos al individuo “hombre” con el pronombre “él”
para indicar a una persona del sexo masculino, para referirnos a una mujer, de
la misma categoría, lo haremos con el pronombre “ella”, para indicar a la
persona del sexo femenino, pues aunque los dos estén dentro de la misma especie,
son diferentes, por lo menos, en sus aspectos anatómico y fisiológico. No
podemos olvidar que, a parte de esto, los dos elementos establecen una relación
natural complementaria que trasciende al ámbito objetivo del código lingüístico.
En cuanto a los sustantivos, adjetivos y demás elementos
gramaticales, el código ha sido generado en base a comparaciones, costumbres,
asimilaciones, y sobretodo tiempo (historia), que es por excelencia, el
elemento asentador de normas, sean cuales sean.
Por lo tanto, el género es una propiedad gramatical que se verifica en los sustantivos, en algunos pronombres con incidencia en la concordancia con los determinantes, en los cuantificadores (a veces asimilados a ellos), en los adjetivos y en los participios; y obedece a dos rasgos característicos universales, opuestos y complementarios, es decir, nuestra Realidad proviene de una única raíz, que genera en los entes, o productos de la Creación, dos rasgos característicos que se completan y que dependen del código comunicativo empleado (idioma), o sea, dependen de cómo un idioma manifiesta los rasgos referidos. Por consiguiente diremos que los entes pueden ser:
a. masculinos
b. femeninos
Eso quiere decir, entonces, que para manifestar mediante la comunicación esta naturaleza de los entes, precisamos en el idioma de una propiedad gramatical que exprese exactamente la naturaleza del ser, del ente. O algo es masculino, o es femenino. Esta propiedad lleva el nombre, por lo tanto, de Género.
Ejemplo: Si quiero referirme al objeto llave, primero debo saber si al referirme a este objeto, en el código comunicativo español, debo entenderlo como una cosa femenina o masculina. Una vez que me cercioro de que ese objeto es femenino, puedo entonces manifestar su naturaleza, a través de las categorías gramaticales expuestas arriba:
"la llave, una llave, nuestra llave, esa llave, aquella llave, dos llaves, vuestras llaves, sus llaves, unas llaves, esta llave puesta encima de la mesa...".
"el dedo, mi dedo, tu dedo gordo, sus dedos anchos, aquel dedo acusador, dedos cansados de tocar, etc".
APUNTES
1:
Los nombres suelen ir acompañados de otras
palabras que precisan o limitan su significado. La palabra "llave",
puede referirse a cualquier llave; pero si decimos "nuestra llave"
estamos determinando su significado.
Los determinantes son partes de la oración que
acompañan al nombre para concretarlo y limitar su significado aportando
informaciones como género, número, situación en el espacio, posesión...
CLASES DE DETERMINATIVOS: Artículos - Demostrativos -
Posesivos - Indefinidos - Numerales - Interrogativos - Exclamativos.
|
Ejemplos de las clases gramaticales en las que se
verifica el género:
a.
La
mesa – la
(artículo femenino), mesa (sustantivo femenino);
b.
Ella es muy simpática – ella
(pronombre personal femenino), simpática (adjetivo femenino);
c.
Este
cuarto capítulo –
este (pronombre demostrativo masculino), cuarto (numeral
masculino), capítulo (sustantivo masculino);
d.
Los
libros eran suyos
– los (artículo masculino), libros (sustantivo masculino),
suyos (pronombre posesivo masculino).
Nota 1: Es importante resaltar que, en su momento,
trataremos de la propiedad del número (singular, plural).
2.1.1
- El Género en los Sustantivos
El
género en esta clase gramatical sirve para diferenciar el sexo del referente, o
es una propiedad inherente, es decir, lo caracteriza como masculino o femenino
por razones gramaticales o etimológicas.
Sustantivos
|
Distinción por sexo
|
Distinción por distinta raíz según el sexo del referente (heteronimia)
|
Distinción de sustantivos inanimados
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Gato – gata
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Hombre – mujer
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Césped
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Niño – niña
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Caballo – yegua
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Pared
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Presidente – presidenta
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Yerno – nuera
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Nube
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Alcalde – alcaldesa
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Jinete – amazona
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Avión
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Hermano – hermana
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Toro – vaca
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Lancha
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Tío – tía
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macho - hembra
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Olla
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Profesor - profesora
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Caballero - dama
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Cinturón
|
Los
sustantivos no poseen el género neutro. Solo lo tienen los pronombres
demostrativos (esto, eso, aquello), los cuantificadores (tanto, cuanto, mucho,
poco), el artículo “lo”, y los pronombres personales “ello” y “le”.
Si
en los mensajes surgen adjetivos y otros
modificadores, que caracterizan a los sustantivos, ligados a estos elementos
neutros, el género de esas clases gramaticales no se diferencia
morfológicamente del masculino.
Ejemplos:
a.
Pues
yo te digo que eso es imbécil
y monstruoso;
b.
Todo
ello era falso como
luego se demostró;
c.
Esto es solamente
cierto para las guerras de conquista.
d.
Veo
que te gusta lo bueno;
e.
Hay
que escoger entre lo justo
y lo injusto.
Nota 2: En los dos casos “d” y “e”, arriba, el artículo
neutro “lo” es un referencial de
individualidad y de distinción.
f.
Lo
raro que es este hombre;
g.
Estoy
asombrada de lo fácil
que resultó;
h.
¿Te
das cuenta de lo bien
que suena la música?
Nota 3: En los casos “f”, “g” y “h”, arriba, el artículo
neutro “lo” es un cuantificador enfático de grado de adjetivos y adverbios.
Vemos en los casos “g” y “h”, que los adverbios carecen de género.
También
son neutros los pronombres que se refieren a oraciones:
Ejemplos:
¿Dijo que llamaría? – No, no dijo eso.
A dónde fueron a parar no lo supe.
Más
que un género, el género neutro es el exponente de una clase gramatical de
palabras que designan ciertas nociones abstractas.
2.1.1.1
– Los sustantivos comunes en cuanto al género
Estos
sustantivos no experimentan cambios en su forma. El género queda reflejado
en los determinantes o los adjetivos que los acompañan:
Ejemplos:
a.
El artista – la artista;
b.
El
testigo – la
testigo;
c.
El profesional – la profesional;
d.
El cantante – la cantante;
e.
El
cónyuge – la cónyuge;
f.
El
pianista – la pianista;
g.
El
conserje – la conserje;
h.
El
hereje – la hereje;
i.
El
pobre – la pobre.
2.1.1.2
– Los sustantivos ambiguos en cuanto al género
Estos
sustantivos se pueden usar
indistintamente como masculinos o femeninos: el mar/la mar; el vodka/la vodka…
2.1.1.3
– Los sustantivos epicenos en cuanto al género
Estos
son nombres que se refieren a seres vivos o de ficción, de uno u otro sexo, que
son tratados en cuanto al género, de una única manera, sea masculina – el rinoceronte, el personaje – o
femenina – la lechuza, la palmera, la
víctima.
2.1.2
– Empleo genérico del masculino
Cuando
designamos personas y animales, los sustantivos de género masculino se emplean,
en general, para referirse a toda la especie, sin distinción de sexo:
Ejemplos:
Los leones son eficaces predadores.
El oso es un animal plantígrado.
En
algunos casos particulares, esa tendencia no es satisfecha:
a.
Las
jirafas poseen un largo cuello. ( se emplea el femenino como
referencia a toda la especie)
b.
Fueron
ordenados muchos sacerdotes este año en España. (se
excluye el femenino por razones extralingüísticas)
c.
Los
gallos cantan por las mañanas; y las gallinas ponen huevos. (el masculino no se puede
aplicar, de forma genérica, a toda la especie)
Diremos,
por tanto, que el masculino es un género
no marcado, de uso habitual, para referirse a ambos sexos.
Nota 4: La doble mención se interpreta como señal de
cortesía en ciertos usos vocativos: Señoras
y señores, damas y caballeros, amigas y amigos.
2.1.3
– Marcas de género
Los
sustantivos presentan terminaciones que, más que morfemas de género, en el sentido universal, son marcas de género inherentes que no son
depositarias de información genérica. Estas marcas pueden obedecer a razones
etimológicas basadas en costumbres de distinción, o de la misma manera, a
razones gramaticales.
Así,
la mayor parte de los sustantivos que acaban en –a- son femeninos, aunque -dí-a-
sea masculino, por ejemplo; y los que acaban en –o- son masculinos, aunque –man-o-
sea femenino. Los acabados en consonante o en otras vocales pueden ser
masculinos o femeninos.
Sustantivos de género femenino
|
Sustantivos de género masculino
|
Alegrí-a
Cas-a
Mes-a
Man-o
Na-o
Fuent-e
Voca-l
|
Cuadern-o
Fueg-o
Puert-o
Arom-a
Clim-a
Dient-e
Amo-r
|
Masculino es el género del sustantivo “camelio”, cuando nos referimos a su árbol, y femenino es el de “camelia”, cuando nos referimos a la flor de ese árbol.
2.1.4 – Los sustantivos comunes en cuanto al género
Son comunes en cuanto al género los sustantivos que son
significantes de persona en los que el sexo es distinguido a través de
concordancia con adjetivos y determinantes.
Ejemplos:
a.
El testigo estaba irritado/ La testigo estaba
irritada.
b.
El titular es bien hablador y alegre/ La titular es
bien habladora y alegre.
Los llamados adjetivos de una terminación (ejemplo b de arriba) equivalen a los sustantivos
comunes en cuanto al género, por lo que se aplican a sustantivos masculinos y
femeninos sin que haya variación léxica.
Ejemplos:
Esta mesa
es grande.
Este árbol
es grande.
2.1.5 – Clases
morfológicas y grupos semánticos de los sustantivos comunes en cuanto al
género.
Acabados en –a-:
astronauta, autodidacta, burócrata, cabecilla, centinela, demócrata, guardia,
homicida, jerarca, políglota, psicópata, turista, vigía, espía, hortera
(sustantivo evaluativo en España – persona vulgar u ordinaria que pretende
ser elegante), pasota (sustantivo evaluativo en España – persona indiferente ante
cuestiones importantes), pelma
(sustantivo evaluativo en España – persona pesada o molesta), artista, automovilista, dentista, pianista,
taxista, violinista.
Acabados en –e-:
conserje, cónyuge, detective, extraterrestre, hereje, intérprete, partícipe,
pobre, amante, cantante, cliente, delincuente, estudiante, gerente, informante,
intendente, manifestante, narcotraficante, penitente, presidente,
representante, traficante, viajante.
Algunos de esto sustantivos pueden tomar el morfema
femenino: clienta, presidenta,
intendenta.
Acabados en –i-
o –y-: ceutí, maniquí, marroquí, yóquey.
Acabados en –o-:
modelo (en la interpretación en la que se designa a un profesional), sabelotodo, soprano, testigo.
Acabados en consonante:
mártir, prócer (Persona de la primera distinción o
constituida en alta dignidad),
lavacoches, papanatas, pelagatos, viejales, pívot, auxiliar, titular,
bachiller, canciller, mercader, comensal, corresponsal, heterosexual,
homosexual, industrial, profesional, mandamás, portavoz.
Son comunes en cuanto al género los sustantivos que
designan:
a.
Grados de la jerarquía militar: soldado, cabo, sargento, teniente, comandante, coronel, general.
b.
Personas que ejercen el oficio de tocar un instrumento
musical: contrabajo, percusionista,
pianista, solista, trompetista.
c.
Expresiones de tratamiento: Su Alteza, Su Excelencia, Su Majestad, Su Ilustrísima (aunque los
sustantivos sean femeninos, en la forma de estas expresiones, pasan a ser
comunes).
2.1.6 – Sustantivos
comunes en cuanto al género procedentes de usos figurados
Es frecuente que los sustantivos epicenos que designan
animales lleven asociado algún estereotipo cuando se aplican a las personas.
Este uso no afecta a sus rasgos de género, como cuando se dice de un hombre o
de una mujer que es una hiena
(persona de muy malos instintos o muy cruel), una hormiguita (persona muy ahorradora) o una fiera (persona cruel o violenta). En consecuencia pueden
alternar “Este muchacho es un
lince/Esta muchacha es un lince”, en el sentido de persona muy
avispada. Todos estos sustantivos presentan un uso atributivo, en el
que admiten el artículo indeterminado denominado enfático o ponderativo.
También se presentan los casos comunes siguientes, con
cambio de género en la adjetivación metafórica o no (también con casos que no
designan animales).
El jefe es
un rata/ La jefa es una rata (persona muy tacaña).
El jefe es
una rata/ La jefa es una rata (persona despreciable).
Aquel
hombre era un bala perdida/ Aquella mujer era una bala perdida (persona
tarambana).
Tu amigo
es un cabeza loca/ Tu amiga es una cabeza loca.
2.1.7 – Los sustantivos ambiguos en cuanto al género
Los sustantivos ambiguos son más raros en el idioma,
reforzando la idea de que el género es una propiedad gramatical inherente de
cada sustantivo. Cabe recordar que estos sustantivos no aparecen en masculino y
femenino por distinción de sexo, sino que pueden ser entendidos como una cosa u
otra, a la vez, es decir, poseen los dos géneros:
Ejemplos:
Mar,
agravante, armazón, azumbre (medida de capacidad para líquidos que equivale a
unos dos litros), interrogante, maratón, prez (honor, estima o consideración
que se adquiere o se gana con una acción gloriosa), pringue.
Hay un cierto número de sustantivos que, en cambio, no
son ambiguos sino polisémicos, es decir, poseen una pluralidad de significados.
Ejemplos:
El margen de la página y la margen del río.
El final del libro y la final del campeonato.
El terminal del cable y la terminal de ómnibus.
Y hay algunos más en que las diferencias en el género no
corresponden a acepciones directamente relacionadas entre sí, por lo
que, a veces, se consideran casos de homonimia:
El capital
financiero y la capital de Goiás; El cólera es una enfermedad y la cólera es la
ira de alguien; El cura es el párroco de una localidad y la cura es la acción y
el efecto de curar (sanación).
2.1.8 – Los
sustantivos epicenos
Tipos de
nombres epicenos
Tal como vimos anteriormente, epicenos son tradicionalmente
los sustantivos de un solo género que designan seres vivos (animales, plantas,
personas) y que no poseen ninguna marca formal que permita determinar su sexo.
La mayoría de los sustantivos epicenos son nombres de
animales:
a.
Búho,
camaleón, cebra, culebra, hiena, hormiga, jirafa, lechuza, liebre, mosca,
mosquito, pantera, perdiz, rata, sapo, tiburón, víbora, etc.
b.
Acebo,
datilera, espárrago, palmera, plátano, sauce, etc.
c.
Víctima,
criatura, personaje, rehén, vástago (Renuevo o ramo tierno que
brota del árbol o de otra planta), miembro (persona que integra un grupo).
Todos los géneros de estos nombres, a excepción de los
que integran los ejemplos de la letra “c” arriba, pueden ser modificados por
los términos macho y hembra, que especifican el sexo que corresponde a la
entidad designada. Para los ejemplos de la citada letra, por tratarse de
sustantivos cuyos referentes puedan ser personas, el género queda referido en
el contexto con la concordancia aplicada a adjetivos y determinantes.
Ejemplos:
El tiburón
hembra es muy peligroso.
La víctima estaba sumamente nerviosa.
Tenía
preso un rehén, una mujer joven.
Es un
bebé precioso, una niña de ojos grandes y expresivos.
Nota 5: No son
epicenos los sustantivos atributivos como belleza, desastre, encanto o maravilla,
pues no designan seres animados, aunque pueden predicarse de ellos (Él es un encanto).
2.1.9 – El género
de los nombres que designan seres inanimados
2.1.9.1 - Nombres
propios no personales
El género del nombre propio suele depender del género del
hiperónimo,
o sea, el sustantivo de la clase a la que
pertenecen. Así, se dice:
Un Mercedes y un Seat, porque la clase a la que pertenecen
es la de los coches.
Una Vespa y una Yamaha, porque se habla de las
motocicletas.
Las Malvinas y las Canarias, porque isla es un
sustantivo femenino.
Por las mismas razones decimos el Amazonas, el Titicaca,
el Cantábrico, la Nacional IV, la BR-101, el PMDB, la ONU, la FIFA…
En el caso de ciudades y países, tienden a usarse como
nombres femeninos los que terminan en –a
átona: la Córdoba jesuítica, Barcelona
preciosa. Cuando acaban en –a tónica,
los nombres de países son masculinos (Panamá,
Canadá), pero los de las ciudades suelen ser femeninos (la Bogotá actual). Por lo general, los
demás nombres que terminen en vocal o en consonante concuerdan en masculino.
2.1.9.10 – Nombres comunes
no personales
Los nombres de los días, meses, años y siglos son
masculinos. De igual manera, también son masculinos los de los puntos
cardinales, vientos, números, metales (excepción de la plata), idiomas, vinos,
colores, los nombres de las monedas que terminen en –a (libra). También son masculinos los infinitivos sustanciados (su andar pausado) y, en general, todas
las unidades léxicas por razones metalingüísticas (un quiero y no puedo; los pros y los contras).
Por su parte, son femeninos los nombres de las letras y los de las horas.
¡Madre mía! ¡Cuánta cosa!, ¿no? Son muchos conceptos,
pero que no encierran mucha dificultad. Es solo una cuestión de práctica. No te
olvides de los ejercicios referentes a este capítulo. ¡Nos vemos en el próximo
capítulo en el que trataremos de otra propiedad gramatical: el número!
REFERENCIAS:
http://roble.pntic.mec.es/msanto1/lengua/1determi.htm
http://www.slideshare.net/NuriaMorenoMoreno/presentacin-didctica-de-la-gramtica-y-morfosintaxis-7297262
http://www.rae.es/rae.html
http://www.elcastellano.org/palabra.php?id=2124
http://sapiens.ya.com/auladelengua/palabra.htm
GÓMEZ TORREGO, Leonardo, Gramática
didáctica del español.ISBN 84-348-5440-6
Asociacion de Academias de la Lengua Española, Nueva Gramática de la Lengua Española, 2010-grupo Editorial Planeta
ILUSTRACIONES:
http://www.google.es/imgres?q=gram%C3%A1tica+g%C3%A9nero&hl=es&safe=active&biw=1280&bih=834&tbm=isch&tbnid=u6RJrxl75_ANgM:&imgrefurl=http://antarescarlata.blogspot.com/2009_11_01_archive.html&docid=elObLnAyrqA-7M&imgurl=https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwKGsOIlAsuM9RSr09SeLYrEXRdQ4pc04g0mE_LkCuwzOBvedT9mPuvs4t4okddYXRqyoNmvL87eQJnh3KN1qTsq_a_LdGnOWpt3_lSLmVo8HLCRnck0yIzACNr9hMYLcVSApCOSn_DiJA/s320/igualdad2.jpg&w=250&h=320&ei=xrPYT9-uNIao8gTF08DfAw&zoom=1&iact=hc&vpx=545&vpy=245&dur=5304&hovh=254&hovw=198&tx=118&ty=149&sig=101052769231219860543&page=3&tbnh=146&tbnw=108&start=51&ndsp=29&ved=1t:429,r:25,s:51,i:313
http://www.google.es/imgres?q=el+g%C3%A9nero+en+los+sustantivos&hl=es&sa=X&biw=1440&bih=740&tbm=isch&prmd=imvns&tbnid=Jm8eeW_8KXt_kM:&imgrefurl=http://miclase.wordpress.com/2011/01/17/el-genero-de-los-sustantivos/&imgurl=http://miclase.files.wordpress.com/2010/12/sus.jpg%253Fw%253D780&w=450&h=320&ei=klRHUK6PO6jB0QHs_IGgCw&zoom=1&iact=hc&vpx=876&vpy=284&dur=4437&hovh=189&hovw=266&tx=124&ty=129&sig=117814118134757526065&page=1&tbnh=114&tbnw=161&start=0&ndsp=28&ved=1t:429,r:11,s:0,i:107
http://www.varbak.com/foto/fotos-de-los-%C3%A1rboles-de-camelia-2
http://www.google.es/imgres?q=macho+y+hembra+hipop%C3%B3tamo&num=10&hl=es&biw=1440&bih=740&tbm=isch&tbnid=Y8qlA6a3tmzXEM:&imgrefurl=http://www.taringa.net/posts/imagenes/13789277/La-vida-animal_-en-estado-puro___.html&imgurl=http://www.tudiscovery.com/dni-media/photogallery-tool/mu-1/media-17700-51103.jpg&w=834&h=557&ei=qFZHUIf1M8bs0gHQvYGYCw&zoom=1&iact=hc&vpx=298&vpy=150&dur=9996&hovh=183&hovw=275&tx=169&ty=113&sig=117814118134757526065&sqi=2&page=1&tbnh=125&tbnw=168&start=0&ndsp=28&ved=1t:429,r:1,s:0,i:73
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